我的 ve španělštině:

Como me enteré más tarde, el hombre que apareció en mi puerta pidiendo ayuda estaba hablando quechua.

Perdí mi paraguas.

Mi abuelo a menudo no recuerda qué pasó ayer pero puede describir con detalle lo que ocurrió hace cuarenta años.

Nosotros somos lo que coloquialmente llaman una familia de una sola madre. No he visto la cara de mi padre.

Perdí mi boleto. ¿Qué debería hacer?

Si quieres hacer fiestas en mi casa, limpia todo después, no rompas nada o pagarás los daños.

En mi colegio aprendo el español de España, pero me gustaría mucho más aprender el de América Latina.

Antes de ir a trabajar a París debo refrescar mi francés.

- ¿Mi tercer deseo? -el hombre estaba perplejo- ¿Cómo puede ser el tercero si no he tenido ni un primer ni un segundo deseo?

Esta mañana mi temperatura era inferior a los treinta y siete grados.

—No puedo decir que me guste mucho esa elección —suspiró Dima—. Para ser sincero, mi cabeza ha estado muy confusa desde que me desperté en un contenedor de basura esta mañana.

- Quiero decir... Mi vida -dijo Dima- Bueno, hay 3.000.000 BYR en esta maleta.

Cuando vio mi nuevo corte de pelo, me miró con unos ojos tan grandes como los de un personaje de anime.

Para mi mayor sorpresa, sus ojos se fijaron en mí y sonrió.

Como me enteré más tarde, el hombre que apareció en mi puerta pidiendo ayuda estaba hablando quechua.

Perdí mi paraguas.

Mi abuelo a menudo no recuerda qué pasó ayer pero puede describir con detalle lo que ocurrió hace cuarenta años.

Nosotros somos lo que coloquialmente llaman una familia de una sola madre. No he visto la cara de mi padre.

Perdí mi boleto. ¿Qué debería hacer?

Si quieres hacer fiestas en mi casa, limpia todo después, no rompas nada o pagarás los daños.

En mi colegio aprendo el español de España, pero me gustaría mucho más aprender el de América Latina.

Antes de ir a trabajar a París debo refrescar mi francés.

- ¿Mi tercer deseo? -el hombre estaba perplejo- ¿Cómo puede ser el tercero si no he tenido ni un primer ni un segundo deseo?

Esta mañana mi temperatura era inferior a los treinta y siete grados.

—No puedo decir que me guste mucho esa elección —suspiró Dima—. Para ser sincero, mi cabeza ha estado muy confusa desde que me desperté en un contenedor de basura esta mañana.

- Quiero decir... Mi vida -dijo Dima- Bueno, hay 3.000.000 BYR en esta maleta.

Cuando vio mi nuevo corte de pelo, me miró con unos ojos tan grandes como los de un personaje de anime.

Para mi mayor sorpresa, sus ojos se fijaron en mí y sonrió.